Salud Visual Infantil
Son pocos los casos en que un niño pequeño sufre una afección ocular grave. Por lo general, la salud visual infantil suele ser sana, tanto a nivel ocular como visual. No obstante, no por este motivo debe pasarse por alto el realizar un seguimiento adecuado.
Es decir, es importante cumplir con un examen visual para niños correspondiente a cada etapa de su desarrollo. Una exploración adecuada, tanto de la anatomía del ojo como de su funcionamiento, puede favorecer la detección precoz de posibles problemas y afecciones oculares. A su vez, ayuda a la hora de encontrar la solución más apropiada, dado que propicia un tratamiento más ajustado.
En cuanto a la salud visual infantil, este tipo de pruebas son más importantes dado que los pequeños a menudo no saben identificar (y menos expresar) sus dificultades a la hora de ver. Por consiguiente, los expertos aconsejan que se realice un examen visual para niños antes de los cuatro años, previo a la etapa escolar, y, a partir de entonces, continúen con una revisión cada dos años. Sin duda alguna, un diagnóstico a tiempo asegura una visión clara y cómoda, y puede reducir problemas y riesgos a largo plazo. En definitiva, la única manera de garantizar la salud visual infantil es mediante el seguimiento contínuo.
Preguntas Frecuentes
1) ¿Qué garantiza una buena salud visual infantil?
Es común que los niños no puedan reconocer y comunicar sus problemas de visión. Una buena salud visual infantil se garantiza realizando un apropiado examen visual para niños, lo cual ayuda a detectar y evitar problemas a largo plazo. De este modo se asegura que la visión de su hijo sea clara y nítida. Si hay antecedentes de ambliopía, estrabismo u otra enfermedad ocular en su familia, estas revisiones son todavía más importantes.
2) ¿Con qué frecuencia debe hacerse un examen visual para niños?
La frecuencia y tipos de pruebas que los pequeños de la casa deben hacer en un examen visual para niños dependerá de su edad, su estado de salud y sus antecedentes médicos familiares. Estos son algunos ejemplos de seguimiento dentro de la salud visual infantil:
- 72 horas tras nacer: el examen oftalmológico postnatal es vital. Se debe asegurar que el bebé no tenga cataratas ni otras afecciones oculares graves.
- Entre 6 y 8 semanas: el examen físico rutinario de cualquier recién nacido incluye una revisión ocular, pues puede que haya problemas oculares no detectados en la revisión posterior al nacimiento.
- Entre 1 y 3 años: la vista del niño aún se está desarrollando. Si detecta alguna irregularidad ocular o de visión, programe una cita con un oftalmólogo.
- Entre 4 y 5 años: es importante controlar el desarrollo de los niños antes de la edad escolar, por si fuera necesario un tratamiento.
3) Pruebas en una revisión ocular infantil
Un examen visual para niños difiere un poco de los que se realizan en adultos. Pero la evaluación visual y ocular es equivalente. Algunas de las pruebas realizadas para una salud visual infantil óptima pueden ser:
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Cómo reflejan la luz los ojos
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El funcionamiento conjunto para seguir objetos en movimiento
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Cómo responden las pupilas a la luz
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La claridad o nitidez de su visión