Lentillas para ralentizar la miopía en niños
Utilizar lentillas para ralentizar el crecimiento de la miopía en niños parece estar siendo una buena solución ante la creciente incidencia de esta anomalía. Según un reciente estudio, el 20% de los niños de entre 5 y 7 años en España padecen miopía en la actualidad. Por su parte, la OMS declara que en 2050 el 50% de la población será miope. Dos datos preocupantes para padres que desean atajar los problemas visuales de sus hijos desde bien pequeños.
Y es que la miopía tiende a desarrollarse a muy temprana edad, por lo general entre los 7 y los 13 años. Tratar de poner solución lo antes posible es clave a la hora de ralentizar su crecimiento, pues el problema se puede ir agravando con el paso del tiempo. Poner en práctica buenos hábitos saludables de visión y encontrar una solución efectiva, como el uso de lentillas, resulta fundamental a la hora de mejorar la salud visual, tanto en el presente como en el futuro.
Qué es la miopía en niños y cómo detectarla
Lentes de contacto para frenar la miopía: ¿Cómo funcionan?
Una vez detectada y diagnosticada la miopía, la mayoría de los padres optan por poner gafas a sus hijos, una opción tradicional, económica y sencilla para corregir el problema de visión. Sin embargo, el uso de las lentillas para frenar la miopía en niños está creciendo año tras año por sus múltiples ventajas, pero, sobre todo, por su demostrada eficacia para ralentizar su desarrollo.
La aparición de nuevas lentes de contacto para niños, como las de MiSight® 1 day, están cambiando la manera de afrontar este grave problema que está afectando a cada vez más niños en el mundo. Según un estudio, realizado durante más de 7 años, las lentillas pueden ralentizar el crecimiento de la miopía en niños hasta un 50 %. Un dato sin duda esperanzador.
Su uso puede iniciarse a los 6 o 7 años, aunque se recomienda esperar a los 9/10 años, ya que a esta edad los niños ya pueden ponérselas y quitárselas de forma independiente. Su funcionamiento es exactamente igual al de lentillas para adultos. Se cambian de forma diaria, son totalmente invisibles y se desechan tras su uso, por lo que no necesitan rutina de limpieza y conservación, aunque sí de higiene.
Beneficios de usar lentes de contacto para controlar la miopía
Usar lentillas para ralentizar la miopía es sin duda una buena idea, ya que además de la eficacia mencionada, otorgan otras muchas ventajas a los más pequeños de la casa:
Lentillas para ralentizar la miopía en niños: ¿Cuáles son los pasos a dar?
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Antes de empezar a utilizar lentillas será necesario hacer una visita al optometrista o al oftalmólogo. Serán quienes valorarán el uso de lentes de contacto, basándose tanto en el estado de la visión del pequeño como las necesidades, madurez y preferencias. En caso afirmativo, estos profesionales prescribirán la solución más adecuada.
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Tras esto, llegará el momento de adaptación al uso de las lentillas. El niño aprenderá cómo se ponen y se quitan, así como mantener una buena higiene, qué precauciones deben tomar en su día a día o qué hacer en caso de molestia. Es totalmente normal que el especialista recomiende un periodo de prueba para ver cómo es la adaptación del pequeño y ver si surgen problemas o dificultades en el proceso. Por lo general, se trata de un procedimiento sencillo y una fácil y rápida adaptación.
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Una vez se confirma su uso, se pasa a la adquisición de la cantidad necesaria de lentillas diarias, las cuales, además, pueden combinarse con el uso de gafas graduadas.
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