¿Qué es la alergia al polen?
La alergia al polen, también conocida como fiebre del heno o rinitis alérgica estacional, es una alergia que afecta a entre un 10% y un 20% de la población. El polen en suspensión procedente de plantas polinizadas por el viento como la hierba, los árboles y las malas hierbas, puede entrar en contacto con los ojos, la nariz y la garganta y producen picor en los ojos, enrojecimiento ocular, ojos llorosos, picor en la nariz, moqueo y estornudos.
La alergia al polen puede ser leve, moderada o grave. A algunas personas les afecta todos los años mientras que otras ven cómo sus síntomas mejoran o empeoran a medida que pasa el tiempo. Es más común en primavera pero depende del polen al que le tengas alergia. En Europa occidental, el polen de los árboles es más común de marzo a mayo, el polen de la hierba es más habitual de mayo a julio y el de las malas hierbas, de junio a septiembre. El 90% de los que sufren alergia al polen son alérgicos al polen de la hierba. El tiempo también afecta a la cantidad de polen en el aire. En días secos y cálidos, la alergia empeora.
Las personas con alergia al polen pueden ser más propensas a sufrir otros trastornos inflamatorios como eccema, dermatitis o asma.
¿Cómo afecta la alergia al polen a los ojos?
Si el polen entra en contacto con tus ojos, estos son algunos de los síntomas que puedes notar: picor en los ojos, ojos llorosos y enrojecidos, párpados hinchados o enrojecimiento en los párpados. También puede provocar decoloración debajo de los ojos, algo que se conoce como «ojeras alérgicas», sobre todo en niños.
Tratamientos para la alergia al polen
Métodos de pantalla protectora
Todo lo que ayude a mantener el polen fuera de los ojos y la nariz servirá para evitar la alergia al polen. Las gafas, las gafas de sol y las lentes de contacto pueden reducir la cantidad de polen que entra en contacto con nuestros ojos.
También puedes comprar tapones para las fosas nasales, que filtran el aire que entra por la nariz. Los hay de distintas formas, circulares o alargados, para ajustarse a los orificios. Otras barreras nasales son las mascarillas de tela o quirúrgicas.
Tratamientos médicos
Hay varios fármacos disponibles para la alergia, son los conocidos como antihistamínicos. Se toman a diario para evitar la reacción alérgica que da lugar a la alergia al polen. También son efectivos para otras alergias como al pelo de mascota, los ácaros del polvo o el moho. Estas otras alergias pueden provocar síntomas similares a los de la alergia al polen como ojos hinchados, enrojecidos o con picazón. Es mejor tomar las pastillas antes de exponerse al polen en lugar de esperar a que aparezcan los síntomas.
Para los niños, puede ser una mejor opción la medicación antihistamínica líquida en caso de que les resulte difícil tragar las pastillas.
También se puede usar un espray nasal varias veces al día. Estos pulverizadores no se tienen que tomar con antelación y pueden ayudar a aliviar la congestión nasal rápidamente. Si te preocupa que las pastillas te provoquen sueño, el espray nasal es una alternativa más segura.
Si eres usuario de lentilas, el uso de las diarias en lugar de las mensuales puede ayudarte a aliviar la alergia porque, al utilizar un par de lentillas nuevas cada día, se reduce la cantidad de polen que puede quedar adherido a las lentillas reutilizables.
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